Parece que los forofos de Tolkien no acaban de ver cumplido su sueño de ver "El Hobbit" en la gran pantalla. El rodaje de la precuela de "El Señor de los Anillos" está pasando por un sin fin de contratiempos que atrasan su rodaje y acentúan su fama de "película maldita" El último incidente ha sido una explosión en la que dos trabajadores que tallaban una estatua resultaron heridos (leves) cuando se produjo la explosión. Al parecer, fueron llevados al hospital "solo por precaución", ya que la portavoz de la película, Ceris Price, asegura que todo este percance se ha exagerado un poco (bastante) por la prensa local.

 A pesar de ser un incidente de, afortunadamente, poca gravedad, la lista de incidentes que retrasan el rodaje de "El Hobbit" es cada vez más larga. El principio del desastre fueron unas disputas legales entre Peter Jackson y New Line Cinema las que dejaron el proyecto en punto muerto hasta que a finales de 2007 se anunció el fin de la guerra por los ganancias de la Trilogía del Anillo. Peter Jackson se subió al barco del proyecto como guinosta y productor mientras que en 2008 se anunciaba que sería Guillermo del Toro el encargado de la dirección, tras varias semanas de rumores. El calendario oficial del proyecto anunciaba que en 2009 comenzaria el rodaje para que el montaje estuviera listo para estrenarse en Navidades de 2010. Luego se retrasó el guión, luego llegó la Crisis. Ante la imposibilidad de la MGM -golpeada duramente por la coyuntura económica- para asegurar la viabilidad del proyecto Guillermo del Toro desertó. Jackson se quedó compuesto y sin director y, cuando la crisis amainó, no encontró a nadie de garantías para sentarse en la silla. Una silla que decidió volviera a llevar su nombre en la Tierra Media. Una alianza entre New Line, MGM y Warner Bros. permitió dar luz verde al proyecto. Pero fue entonces cuando comenzaron los... imprevistos domésticos.